
Ni siquiera el fulgor
de el licor que ahora
en mi copa se deleita
Jugueteándo con la
Amargura que existe
en mi paladar es capaz
de mitigar el dolor de
la Traición; por que
aquéllo no quepa en
el corazón de una
persona como yo y
porque no bastan las
lágrimas que se han
de derramar por ello
a menos que eso a
lo que llama-
mos perdón
se apo-
dere
de
mí
y
a
sí
sa
ci
ar
el
va
cío
que
hay
dentro
de mí, pero
aún así lo que
ha pasado no se olvida
fácilmente por que todavía
este corazón te grita desesperadamente...
de el licor que ahora
en mi copa se deleita
Jugueteándo con la
Amargura que existe
en mi paladar es capaz
de mitigar el dolor de
la Traición; por que
aquéllo no quepa en
el corazón de una
persona como yo y
porque no bastan las
lágrimas que se han
de derramar por ello
a menos que eso a
lo que llama-
mos perdón
se apo-
dere
de
mí
y
a
sí
sa
ci
ar
el
va
cío
que
hay
dentro
de mí, pero
aún así lo que
ha pasado no se olvida
fácilmente por que todavía
este corazón te grita desesperadamente...
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