Hey!: escúchame que tengo algo de decirte

En estos momentos, para variar, estoy recordándo los momentos hace poco transcurridos: yo mirando hacia el cielo, mi cabello revoloteándo al antojo de la brisa de la Tarde, y mi cuerpo bañado de una tibieza fresca que sólo la primavera sabe dar.
Y cuando me sentía bien, feliz, fresca como una hoja mecida al compás del Viento, me percato de que te asomas caminándo, mirándome, con tu pelo al viento y tus Ojos sorprendidos al verme en aquel lugar y a estas alturas del año: ¿desde hace cuánto que no nos veíamos?, desde que caí enferma, pero aún recuperada, me siento débil, incapaz de poder mirarte otra vez porque todo mi Ser se derrumba del sólo hecho de pensar que quizá en un tiempo más no nos veremos jamás!.
Y me asalta el maldito pensamiento: ¿qué hago?!: ya mi espalda no soporta el peso con el que carga, y no vacilaría en hablarte, pero hay algo que me detiene y es la vergüenza, el miedo al ridículo.
Porque hay algo que late en mi corazón, hay algo que late desde el fondo de mi Ser, de mi Alma, y te juro que me plantaría ante tí y sin dudarlo un segundo te diría todo lo que quiero decirte.
Porque hay algo que debes saber, y si no te importa, si no lo quieres, da igual: sólo quiero que lo sepas, sólo quiero que lo recojas: tengo que decirte que te Quiero, que me gustas demasiado, y que tienes mi Corazón en tus manos. Si no lo deseas, puedes devolvérmelo, intacto, pero de lo contrario, sólo seamos nosotros, sólo seamos lo que somos, juntos de una maldita vez por todas. Porque el miedo que tengo a no verte jamás y de quedarme yo con esto, es más fuerte que el miedo al ridículo!
Y sé qie cuando salga de aquí después de haber escrito estas míseras líneas, o bien te podré encontrar entre los pasillos de este lugar, o bien en tu ventana favorita, o bien fuera de la Biblioteca, o bien pasénado por allí, o quizá, y lo más probable, es que estés Lejos de mí, lejos de Este Lugar.
Pero no pierdo la esperanza en saborear tus labios de miel de niño, y en contemplar en el fondo de tus Ojos y perderme en ellos.
Y sonrío al pensar en que tú poses tu mirada en este mísero Ser que hay en mí!
Hey!: Escúchame que tengo algo importante que hablarte...