
Quizás todavía esté por allí tirada, descansando, pensando recordándo, amándo;
solo que nadie podrá encontrarla jamás
por que ni ella sabe dónde está..
A su alrededor, lo único que ve son árboles tristes y melancólicos,
una espesa niebla, un tenue amanecer de un día nublado y frío,
su vestido blanco con manchas rojizas y su largo pelo recostado
sobre la alfombra de hojas secas. Jamás volvería; no quería volver,
por que su pálido recuerdo la atormentaba, le hería en lo más profundo de su Ser...
si es que Era...
Y no hizo nada cuando, al ver la alta silueta que se aproximaba a ella,
la cogió de un brazo y la besó desesperadamente. Sintió asco, pero no le importó tanto
como el hecho de que alguien se inmiscuyera en su mundo:
eso le dolía en serio.
¿Quién podría ser?
¿Quién sería capaz de penetrar en su mente tan hondamente
como para perseguirla hasta en sus ensueños?,
de pronto, al mirarlo a sus Ojos Verdes,
supo de quién se trataba, y no fue capaz de hacer otra cosa
más que salir corriendo y llorar...
...llorar por todo el Bosque,
y sentir cómo su mundo se venía al suelo
por culpa de sus recuerdos, por cupa de sí misma
y por su obstinación de tomar drogas para huir de la realidad.-
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