
Ojos somnolientos miran más allá de lo que los demás pueden ver, y aún no saben si alegrarse o no, ya que pueda que lo que vean sea agradable o desolador...
Mas, cuando al despertar a la rivera de un lago Enorme, se topa con un eterno Atardecer, y con una vista enternecedora para cualquier Alma comprensiva, y mirando hacia el Cielo exclama:
"...Oh! Tú que desde tu Trono en las Alturas contemplas el Sueño del Hombre!,
Tú, el que ha creado todo lo que viniese y lo que no, de la mano del hombre y el hombre mismo!,
Acaso no escucháis mi Súplica?!
acaso no te pedí yo, un largo letargo, un sueño del que nadie ni nada fuese a despertarme?!
y qué es lo que veo ante mis Ojos y Pies:
una extensión de Agua y un Eterno Crepúsculo!;
Ahora ni libre de mi conciencia podré estar!!!!
Mi Vida entera he esperado mi dulce letargo
y Tú!!!, Tú, el que me entregó entendimiento,
me ha quitado mi derecho a la Muerte!
No entiendo y no quiero explicaciones de Nada!!!,
desde ahora sólo me basta seguir siendo errante en esta bastedad de mundo al que he entrado
pero ya oirás mi clamor!
Ya veréis cual de los Dos es el que gana esta absurda partida de Ajedrez!
Y verás que ganaré!..."
El paupérrimo solitario, con sus Ojos llenos de lágrimas de impotencia, sólo se largo a caminar sin rumbo ni pensamiento alguno. Mas cuando vió que el tiempo corría y él seguía allí deambulando solo y sin tranquilidad, camino hasta el peñasco más alto de una colina, y volvió a mirar el Horizonte, generoso en Ocaso Otoñal, y vió su diminuto reflejo en las Aguas, y muerto ya de trsiteza, pensó algo que venía reflexionando desde hace tiempo atrás, y con un Arrepentimiento tremendo, al Viento que en ese momento jugaba con su larga barba y cabello, le entregó unas dulces palabras...:
"...Sólo la Muerte es Real.."
Mas, cuando al despertar a la rivera de un lago Enorme, se topa con un eterno Atardecer, y con una vista enternecedora para cualquier Alma comprensiva, y mirando hacia el Cielo exclama:
"...Oh! Tú que desde tu Trono en las Alturas contemplas el Sueño del Hombre!,
Tú, el que ha creado todo lo que viniese y lo que no, de la mano del hombre y el hombre mismo!,
Acaso no escucháis mi Súplica?!
acaso no te pedí yo, un largo letargo, un sueño del que nadie ni nada fuese a despertarme?!
y qué es lo que veo ante mis Ojos y Pies:
una extensión de Agua y un Eterno Crepúsculo!;
Ahora ni libre de mi conciencia podré estar!!!!
Mi Vida entera he esperado mi dulce letargo
y Tú!!!, Tú, el que me entregó entendimiento,
me ha quitado mi derecho a la Muerte!
No entiendo y no quiero explicaciones de Nada!!!,
desde ahora sólo me basta seguir siendo errante en esta bastedad de mundo al que he entrado
pero ya oirás mi clamor!
Ya veréis cual de los Dos es el que gana esta absurda partida de Ajedrez!
Y verás que ganaré!..."
El paupérrimo solitario, con sus Ojos llenos de lágrimas de impotencia, sólo se largo a caminar sin rumbo ni pensamiento alguno. Mas cuando vió que el tiempo corría y él seguía allí deambulando solo y sin tranquilidad, camino hasta el peñasco más alto de una colina, y volvió a mirar el Horizonte, generoso en Ocaso Otoñal, y vió su diminuto reflejo en las Aguas, y muerto ya de trsiteza, pensó algo que venía reflexionando desde hace tiempo atrás, y con un Arrepentimiento tremendo, al Viento que en ese momento jugaba con su larga barba y cabello, le entregó unas dulces palabras...:
"...Sólo la Muerte es Real.."
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Epílogo:
Cuando la edad nos llega y la vida que llevamos nos resulta inútil,
muy tarde viene a nuestra mente los errores comentidos y los seres a quienes dañamos.
Pero una cosa es Arrepentirse a tiempo, perdonándo para que nos perdonen; y otra muy distinta es no aprender jamás de los Errores cometidos.
El anciano Nunca pensó en la Piedad Divina,
por que nuca supo qué es el Amor Verdadero,
aún así, sólo la conciencia de la Muerte es la única y última opción.
[Bare Det Død Være Virkelig]
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