Estos son los diálogos de Alma a Alma que una vez Arlequín junto a Arkänus escribieron en noches frenéticas de Amor Añorado.
Fueron Hallados en una botella a las Orillas del Río Sørenfild,
en los Reinos de Abetos y Pinos de la Reina Skøgen.
...::: ~§~ :::...
Fueron Hallados en una botella a las Orillas del Río Sørenfild,
en los Reinos de Abetos y Pinos de la Reina Skøgen.
...::: ~§~ :::...
Arlequín:
He visto tus Ojos brillar a la luz de las velas....
y te arrimé a mi pecho...
asustado estabas....
diciéndome que no querías dejarme....
no lo haré.
Pero dime mi querido niño
que juega a ser hombre
entre amores demudados por el tiempo:
qué he de hacer si no me basta con enloquecerme entre tus cabellos?....
Arkänus:
Bajo ese aire que desdibuja mis sentidos,
bajo esa efigie que ensombrece mi conciencia,
bajo esa voz que ilumina mis recuerdos,
creo que nada podría dejarme más enmarañado
que una caricia a la deriva en mi espalda.
Sepa el Cielo cuál será el camino de mis manos
en esa carne que ahuyenta mis miedos hambrientos
y que degrada la realidad en tu aliento...
Arlequín:
Oh! no me hagas esto mi querido Ángel Nostálgico!
cuanto más mis frías manos tocan tu piel
más cerca tuyo han mis deseos de estar!
Y me cuesta detener mi látigo....
Y cuanto más cerca mis labios de los tuyos...
...más mi pecho se acelera en un entramado de bosques y aromas y caricias perdidas en tardes sudorosas!
Deseo tenerte en mi Paz...
Deseo tenerte en mi Amor...
en mis noches y en mi lecho Invernal...
en los Truenos de la Inmensidad del Cosmos
que me revelan tus Ojos sumergidos en los míos...
Arkänus:
¿En qué momento caí en las sábanas de tu piel?
¿En qué momento me dejé llevar por los acordes de tu boca?
¿En qué momento sentí que el veneno sabía a miel?
Esta mente adormecida en tus brazos no responde,
aunque no importa ya lo que pueda divagar desorientada.
La razón de este momento es la melodía de tu cuerpo
besando el mío en el libro lunar que nació hoy,
que despertó esta noche asesinando pasados,
entintando capítulos que nos arrancaron el alma
y que mañana serán ecos de un mundo incoherente.
No me pidas que me detenga, no me implores misericordia,
que esta noche serás tan mía como la sangre en mi corazón...
Arlequín:
....Entonces te invito a una Copa....
...de aquel bebestible que aquí nos tiene como hechizados bajo el más sublime Arco de Incandescencia....
..emborrachémonos entre el baile sin freno de tus Ojos agitados y ennardecidos
y mi piel que se escabulle entre tus piernas pálidas y suaves....
Ámame...ámame como ya no quieras más nada!
Pues yo, mi buen vividor que arrimo a mi pecho cuando en las noches sobresaltado se despierta: yo, Amado mío,
tapo tus labios con Miel ígnea de Lujuria perdida entre mil Árboles de neblinesca procedencia....
Y he de acariciar tus llagas....de lamer tus heridas....sí, seré tu perra!
Pero aún siendo tu perra, te sigo amándo como loca jamás antes he sido...
No dejarás que tus tristes hojas sueltas y arrugadas del libro maldito que quemaste te tomen lo pies y te retengan lejos mío, ¿cierto?....
Arkänus:
Y así una vez más tus palabras me hunden en ese abismo,
en ese tormento,
me hacen cerrar los ojos, escupir una lágrima ahogada.
No quiero pensar, no quiero recordar, no quiero irme de aquí,
de pensarte,
no quiero desfallecer en un atavío de cartas ancladas a mi pecho.
A lo lejos quiere acercarse, pero tus ojos -esos ojos, Dios bendito!-
esos ojos sagrados
me acunan en un poema desierto de penurias, de lamentos.
No dejaré que las cicatrices me enmudezcan, me amordacen,
me cieguen,
no dejaré que me quiten el sabor del tiempo en tus pechos.
Serás, quizás por primera vez, parte de esta alma sedienta,
casi muerta,
dejándome entrar en tu cúpula floreada, recipiente de mi deseo.
¿Recordarás este momento, aun cuando no soy el primero en amarte,
ni el último,
aun cuando sepas que te amo como si mi vida dependiera de ello?
Arlequín:
Héme aquí pálida como la Selene Reina entre Mares Oscuros y Densos murmullos,
Lista para recibirte, oh Amor mío:
Qué importa ser el Primero o el Último, si, siendo tú el más presente, el más fogoso, el más Gallardo y bravo hombre,
me haz demostrado que no hay otro que me ame como tú!
No temas en blandir tu espada contra tus Demonios!
Que no vale la pena retorcerse entre la pútrida escencia de lo dehonesto y lo Vil...
Que aunque Aquellos clamen tu nombre en misterios y rituales demenciales,
Héme aquí para sostenerte....
No te vayas, quédate conmigo...
Deja que tus pies cansados descansen en tibia agua...
y que el fragor de tu Conciencia Desnuda brille como las Estrellas del Firmamento....
Juro ante Mis Dioses que no te dejaré, que permitiré que nadie ni nada por más sortilegio Cruel e insigne,
llegue a tocarte con su Maldad...
Que por los Cien años de tu Eterno Lagrimear,
haré que tu sonrisa no se apague en un siglo de furor aromático...
Que por los Mares derramados por tus Luceros ya extenuados,
no habrá sombra en tu corazón ni en tu mente...
y que en tus sueños iré a protegerte con mi pecho abrazador....
Oh mi Dulce Niño, ven y mírame...
[ Y de qué felicidad me hablaís tu, caballero sin rumbo?
Dónde está la felicidad del Amar,
si mi Amar está lejos y abatido....
donde el Sol se Oculta para no volver a sumirse en las Alturas desde donde nos mira con desden y reniego?]
Arkänus:
Dicen que la vida es tan hermosa que a veces no la comprendes.
Dicen que las oportunidades son tan efímeras que no logras verlas.
Dicen que una noche, una simple noche, puede volverte tan feliz
como un jolgorio de sirenas danzando sobre la barca de Ulises.
Dicen que los hombres perdemos sólo una vez la cabeza por una mujer.
Dicen que el destino es tan traicionero como la mar enrabiada.
Dicen que mi alma está tan negra que jamás seré capaz de amar otra vez.
Dicen que no importa lo que digan, tu camino sólo lo caminas tú.
... No logro conciliar el sueño,
ni logro dominar mi cuerpo
tembloroso aún del cuento
que escribimos con caricias,
que escribimos con orgasmos,
con delirios y promesas,
con besos y lágrimas,
con miradas y suspiros,
con tu belleza y mi sudor.
No logro conciliar el sueño,
pero no me importa perderme
en caminatas imaginarias,
en la noche profunda,
en el aire de tu boca,
en el nido de tus brazos,
en la conciencia compartida,
porque desde que te hice el amor
no he dejado de soñar despierto...
Arlequín:
Dime, querido mío....
¿Vives de la inconsecuencia ajena?
¿Vives de aquellos que no son nadie por que su Sentir está vacío?
...Sólo busco tu errática Alma
Sólo busco tu mirada latente entre lugares y cosas que jamás he visto
Y que llegan a mi mente porque el Viento me las susurran tristemente al oído.
He sido mujer triste mucho tiempo.
He sido.
No sé si seguir siéndo....
Sólo sé que te quiero seguir amándo.
Sólo sé que quiero perderme contigo en la Brisa juguetona
y en las Cabalgatas Nocturnas en la Profundidad de tu Imaginación:
Quiero Oírte a mi lado
Y Sentirte escribiéndo...
Escuchar tus manos sujetadas a mis pechos.....
Mientras, aquí te espero Amado mío....
Vuelve a tu letargo porque mañana Amanecerá Azul Viscozo...
En mis Ojos Somnolientos.
Arkänus:
Dime, mujer del alma mía,
¿Cómo podría olvidar el daño en lo ajeno?
¿Cómo podría olvidar a quienes vaciaron mi vida con su sentir malvado?
Sólo quiero enfrentar el mundo con tu rostro.
Sólo quiero que robes mi cadáver de estas paredes grises y corroídas
por el aire envenenado de palabras y golpes desdeñosos del pasado.
He sido niño perdido durante años.
He sido.
Creo serlo aún...
Pero no creo que este amor se desangre.
Pero no creo que deje de esconderme del mundo entre tus labios infantiles
y tus dedos drogados por las narraciones lujuriosas de tu imaginación;
quiero oírme a tu lado
y sentirte respirándome...
Saborear tu lengua sujetando mi cuello...
Mientras allí me piensas, amada mía...
Vuelvo a mis horas manchadas de realidad porque el día se suicidará...
En tus poemas vitales una vez más.
Arlequín:
Amado mío....
quiero tomar tu mano e invitarte a conocer el mundo a través de mis Ojos vidriosos....
He caminado hoy por las calles
repletas de gente
sintiéndome Sola...
Llamándote con mi pensamiento...
Oliéndote con mi boca....
Y he mirado al resto de los Mortales a sus viles Ojos y sólo veo Opacidad Eterna
y semi desquiciada...
Acaso somos los dos, únicos entes que se Aman con el Alma del Tiempo que Corre desde el principio del Cosmos?
pues quien conoce el Amor, sabrá lo que la Felicidad significa...
Aún cuando estemos separados.
Pero las hojas que bailan en la Brisa me recuerdan a tí....
El Cielo desteñido de esta tarde Otoñal y sus intenso aromas húmedos y a hojarazca, me traen tu sublime mirada al corazón....
y sonrío sola por la calle embobada.
Ha venido hacía mí un sujeto que me ha dicho
"Tú, la niña de los ojos perdidos y la sonrisa en el rostro: ¿qué es lo que contemplas con tanta complacencia en el devenir?"
Amado mío: cómo puedo decirles, gritarles a los cuatro vientos,
que no hay más Amor más glorioso que el que tú me brindas...
que el que tu me haces sentir:
más allá de aquellas paredes que te aprisionan,
más allá del miedo que te congela...
más allá del daño que recibiste...
Es tu Amor mi antídoto para la podredumbre de mi Alma
y es mi Amor el ungüento para cicatrizar tus heridas.
Arkänus:
Es increíble cómo los senderos se desvían
en las miradas de un otoño ruidoso
y vuelven a encontrarse al pasar callados
frente a la puerta de un atardecer rojo.
No importa cuán lejos estés,
no interesa cuán asustado me encuentre.
Cada paso en el frío cemento ciudadano
me retrae a tu recuerdo siempre.
La libertad parece irreal en tus fotos,
la respiración se rasga en tus cartas,
la vida nace al modelar tu voz en mi mente
y la pena huye cuando mi memoria canta.
La niebla está cayendo helada afuera
mientras callado observo por mi ventana,
callado pensando en el vacío,
miro y no logro reconocer nada.
La gente se volvió espectros silentes
en una ciudad anochecida de rutina,
en las calles enredadas de luces,
en ventanales ciegos de cortinas.
Ese aire helado que me golpeaba
mientras avanzaba en la noche
bajo árboles vigilantes y testigos viejos,
me durmió triste, falto de tu roce.
Entonces,entre sueños parpadeantes
reconocí tu deseo, tu carne, tus ojos.
Reconocí que cada noche no sería como ésa,
ni que el miedo me haría seguir solo.
Perdóname si mis palabras a veces esconden lo que quiero decir.
Perdóname si mis frases son lagrimales y parecen no tener fin.
Perdóname si soy un hombre lleno de odios, lamentos, abismos.
Pero te aseguro que sólo quiero amarte más que a mí mismo...
Arlequín:
...no tienes que pedir perdón por experimentar el sublime arte de Amar....
...no tienes que perdonar que tu pecho se extinga en las fauces de Afrodita...
....Sólo quiero tomarte y entrelazar nuestras manos en una caminata febril y repleta de irreales entornos
colores y formas....:
Acompañarte en tus salidas frías,
Abrazarte en la plenitud del Silencio
Refrescarte con mi aliento cuando te sientas abatido:
ya no te amo con razón pues no sería amarte con cordura:
Ya no soy conciente de mis actos para contigo porque me entregué a tí
en Alma, en carne, en Pensamiento, en Cosmo y en Espíritu....
Sólo quiero abrazarte y quedarme inmóvil junto a tí para la Eternidad.
Arkänus:
Malvenido sea este ahogo en mi cuello,
lo agrio del nudo que me desquita de sonrisas,
y malvenida sea la melodía del pasado,
alimento de esta pena cicatrizada en el pecho.
A lo lejos me dejo decaer por los pasos,
los silbidos, las siluetas, las frases sueltas,
que oigo semidormido en mi realidad
perdiendo esa paz que me regalas.
¿Cómo podría divorciarme de los fantasmas?
¿Cómo podría deshacerme de las llagas?
¿Cómo podría acallar aquellas canciones?
¿Cómo podría rasgar sus sábanas?
No me pidas hoy que camine sin mirar atrás,
ni me pidas que duela sin heridas.
No me pidas que vacíe el sueño,
ni me pidas que derrote el terror.
Su cara despertó en mi cabeza
gritándome rencores nacidos en mí,
revolviendo mis certezas aguadas
y degollando la tranquilidad de mi alma.
Ciega está mi vigilia diurna.
Desalmada está mi mente pacífica.
Caída está mi rutina indolora.
Cercenada está mi vida de nuevo.
No fui valiente en ese momento,
ni creo que valiente sea mi valentía.
Sé que ahora te escribo desde lo oscuro,
pero las lágrimas ya se suicidaron.
No hay segundo que tu arraigado rostro
no pueda calmar en la miel de tu recuerdo.
La remembranza de tus manos cerrarán mis ojos
y la noche volverá a ser la ropa que me entibie.
Sosténme en esos acordes casi silenciosos
de tu voz en mi cerebro sentenciado.
Acúname en el arpegio de tus palabras
convencidas de la compañía eterna de mi cuerpo.
Dime una vez más que mi corazón
es la sangre de tu vida sanada.
Dime una vez más que tu piel
no tiene más dueño que mi amor...
[Continuarán...]
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