y no se refleja en el espejo: no es que se considere vampiro, pero sí está conciente de que algo no está bien...
y es que no siempre que comienza con sus soliloquios
su alter ego Atila, empieza a conversarle cosas desagradables que ha tratado de sepultar:
(Shroeder)
"...Más veces sigo aquí tirado en el piso del baño,
acomplejado por recuerdos que mi memoria me impide agarrar y botar..."
acomplejado por recuerdos que mi memoria me impide agarrar y botar..."
(Alter ego: Atila)
"...No es que la Memoria quiera impedirtelo Schroeder, sabes mejor que yo que eres tú mismo el que no te dejas avanzar..."
(Shroeder)
"...No hables mentiras que sabeís que no es así!..."
(Atila)
"...Mentiras?!, querido Schroeder!: más que nadie sabes que las ganas de asfixiarme te sobran!: sólo que donde te reflejas no podrás jamás sacar las cenizas que hacen de tu carga más pesada; por que temes por tu Psique, aunque ya casi no te quede...y a mí no me heches la culpa por que si no fuese por mí, la vía al Suicidio sería, a estas alturas de tu vida, el ejemplo que le demostrarías a los que quieres, si es que te queda algo sobre ese complejo concepto que es el de amor..."
(Schroeder)
"...Qué sabes tu, Atila, sobre el Amor?, explicate. Por que por lo que yo sé y me doy cuenta: Tú eres incapaz de Sentir!, hasta ahora jamás te ha importado nadie ni nada!, a toda la gente la trapeas, y por eso quizá, ni mi conciencia me deja descansar, ya que tú te crees ella, sin que ella te deje un momento para falsearte y dejarte con la boca cerrada!..."
(Atila)
"...mi Querido Schroeder: yo sé mucho más de lo que creeís sobre el Amor: o no te recuerdas que yo te lo enseñé?!. Y con esa Conciencia tuya, no quiero ni lidiar ni verla cerca, por que por su culpa, jamás me olvidaré de aquella vez que tuvimos que tirar por el balcón a Monsieur Bologne, ya que su hija, Héliade, preciosa Joya de cristal, con luceros más bravos que su carácter, en nuestras fauces cayó, gracias a tú práctica de seducción que te advertí que tantearas con cuidado extremo..."
(Schroeder)
"...¿Nuestras Fauces?, cómo es eso si tú más que nadie anhelaba poseerla sin miramiento alguna ni de ética ni moral!: además, sus luceros a ratos me llaman a su lado, oh bella Héliade!, delicadeza primaveral perfumada con la dulzura de la mañana y bañada con la luz nocturna de parajes encantados y de aura luminosa de artilugios endemoniados..."
(Atila)
"...Endemoniado tu Pensar y tu Sentir!, cínico sicópata insensible!
¿Cómo habeis sido capaz de despojar a una doncella de su única salvación hasta la adultez?..."
(Schroeder)
"...tú!, Demonio de los mil demonios malditos por el Altísimo!, es tú culpa!, tú me obligaste a asesinar a su padre!, Bestia insensible: ése eres tú!!..."
(Atila)
"...¿Y acaso te mandé, te obligué yo, a desflorar a la única flor que brillaba en los jardines elíseos, obteniéndola como trofeo ante los ojos de una sociedad incapaz de entender siquiera qué es lo que come?..."
(Schroeder)
"...sólo te advierto, etérea malevolencia, que no me hagaís más preguntas de las que jamás responderé!....dejadme en paz que no quiero oír más tu voz ahora y siempre!..."
(Atila)
"...te das cuenta de que nuca podemos hablar de cosas coherentes sin retomar tu maldito pasado?..."
(Schroeder)
"...sin que tú me dejes de refregar mi pasado en la cara: QUE POR TÍ TUVE QUE PISAR LOS SENDEROS QUE AHORA CATALOGAÍS DE MALDITOS, ATILA...."
[UNA IMAGEN CRUZA POR LA MENTE DE SCHROEDER, HACIÉNDOLO RETROCEDER HASTA SU ÑIÑEZ, DONDE CORRÍA POR LAS LLANURAS DE PASTO FRESCO Y DONDE LAS FLORES EXHALABAN SU PERFUME INCANDESCENTE, BRISA TIBIA REVOLOTÉANDO CON SU CABELLO ENSORTIJADO]
(Schroeder)
"...Entre el Horizonte de bosques y ramajes, armados veo a mis antepasados, miradas valientes, honor enfundado. Sin pensarlo dos veces iría a combatir, aunqué sé que la guerra está desatada en mí mismo..."
[IMÁGENES VERIAS DE SCHROEDER: ANTEPASADOS VIKINGOS, TERTULIAS LITERARIAS, TIERNA EDAD ADOLESCENTE, CORRIÉNDO POR UNA PRADERA, AHORA, SOÑÁNDO UNA TERRIBLE PESADILLA: ATILA ESTÁ AL FONDO DE UN PASILLO, LLAMÁNDO CON VOZ TENUE Y FRAGMENTARIA, PERO A LA VEZ MUY PRONUNCIADA]
(Atila)
"...Ven y házte mi sirviente,
Ven y entra en mis armas.
Que no tan sólo soy tu alter ego:
Demonio nórdico,
Dios de guerra,
sea como sea,
Sirve entre mis líneas
y verás que todo lo que nunca serás
haré realidad...
...entre sueños nibelungos, y flotándo en el limbo,
la realidad pierde su espacio dentro del espacio mismo
y no podrás hacer nada para reconstruir la vida que yacía en el tiempo:
por que no hay silencio en el silencio de la Muerte..."
De pronto, entre los ensueños y delirios de Schroeder,
una gota de sudor cae en su almohada:
y de un salto que ha dado, mira el cielo blaco de su dormitorio,
y sonríe al despertarse nuevamente en el manicomio.-
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